ZONAPOEMA en Santa Lucía
Sábado 12 de mayo 2012
El siguiente texto surgió de una idea nacida en una reunión, después de haber vivido la poesía leída con el simple ademán silencioso del que escuchaba. El olor del cafecito en la Sociedad Italiana, en Santa Lucía, ayudó en ello. Tiene un tono otoñal y es probable que el viento se lleve las palabras.
Seguramente cuando Rosana y Elbia se sentaron hablar sobre zonapoema, ya tranquilas, después de haber navegado por dos días en las aguas bravías de la poesía, habrán coincidido en que la misma se muestra de tantas maneras diferentes, que aún hoy día, sigue asombrando.
No es que se descubra una nueva poesía. Lo que se descubre es las formas en que aparece.
La variedad va de la mano de las distintas generaciones que leen y muestran lo que realizan con las palabras. Allí uno ve las escuelas que han influido en los poetas. De cualquier modo, las miradas sobre temas que sobreviven en la historia de la humanidad: el amor, la muerte, la soledad, por citar temas básicos de la literatura, siguen siendo iguales, pero a su vez, distintos, por el hecho de ser un reflejo del lenguaje que se
utiliza en estos días para comunicarnos.
Lo interesante sigue siendo, además, en nuestro país, la vocación de escribir poesía. De alguna manera, podemos encontrar tantos “Benedetti” como tantas “Vilariño” posibles. No quiero decir que se esté imitando. Digo que la tendencia, de los que escriben (inconsciente o no), sobrevive en estos poetas nombrados y otros como E. Milán , W.Benavidez, Marosa di Giorgio, C. Peri Rossi por nombrar algunos. Por supuesto, están los que además crecen con Vallejo, Neruda, Gelman, Angel González, Eluard,
Elliott, Pound, Borges, Nicanor Parra, entre muchos y con suerte dispares: los mitos están ahí. Y no está nada mal.. Aquí no trato de escribir sobre la calidad de lo que se escribe. Ese es otro tema. Trato de decir cómo el uruguayo ( por lo menos por estos paisajes) busca expresarse a través de los poemas con todo su bagaje cultural.
Así que podría aseverar, sin temor a equivocarme, con estos simples conceptos, que a través del proyecto “Zonapoema” se registra el actual caleidoscopio de la poesía contemporánea. La poesía que deambula en tertulias y jornadas, en diferentes puntos, barrios y ciudades, es descubierta, compartida, valorada. En ese deambular la poesía va y viene, formando ángulos. Y sus Poetas, algunos con un libro editado y otros (la mayoría) con la simple carpeta de hojas, donde los sueños de entonces siguen siendo los mismos de siempre, van leyendo como si fuera el día del fin del mundo. De eso se trata, de la pasión por la poesía. Esa pasión que anduvo de viernes por Montevideo, de mañanita por Florida y de tarde agitada en mi querida
Santa Lucía.
Finalmente, el olor a cafecito fue impregnando la Sociedad Italiana, mientras afuera la tardecita se fue pareciendo a la tibieza dulce de los poetas.- Daniel da Rosa